Sueño, entra la neblina
la puerta entreabierta
luz cegadora y blanca
humo, blanco fuego.
Sueño , la realidad
sueño ,las promesas
sueño , el destino
sueño con impotencia.
Cada día una ilusión
muere al amanecer
cada día una promesa
con el ocaso se olvida.
En este frívolo orbe
donde los principios
al final de todo están
y la palabra es banalidad.
Ese poderoso caballero
del mas insigne Quevedo
retorna al rudo galope
del tintineo mas infame.
Vuelan los amaneceres
galopan las doradas tardes
y las ambiciones intimas
fértiles por el fulgor dorado.
Que tiene el poder
que tiene el dinero
que malversa mentes
que pervierte almas.
Serpiente venenosa
blancos colmillos
que horadan la carne
de miseros opulentos.
Sueño que no sueño
mi mente se inflama
me rebelo y digo no
entonces, despierto.
Despertemos
forjemos los sueños
desterremos la avaricia
confinemos la codicia.
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