sábado, 29 de agosto de 2015

Si tu no estás




En una bella huerta
observé como el cielo
con tristeza amanecía,
solo porque no venias.

Ay mi niña,vente ya
que mi huerta no brilla
si tu en ella  no estas,
Ay mi niña,vente ya.



Aire que roza


Vladimir Volegov

Cuando algún día yo me muera
pretendo ser como el aire
para estar siempre a tu vera.




lunes, 24 de agosto de 2015

Llantos





En ese día que me muera
no quiero llantos callados,
solo una poesía cualquiera.



sábado, 15 de agosto de 2015

Miradas



No se quien entiende las miradas 
Ni el alfabeto en el que se asientan, 
Hay miradas de puro manantial 
 Que castas y sin manchas refrescan, 
Hay miradas de niebla espesa 
Cual muro imperfecto no translucen, 
Hay miradas disfrazadas de mendigo 
 Que como rosas contienen sus espinos, 
Hay miradas pérdidas en los recuerdos 
 Que ven flores en negras noches, 
 Hay miradas de cienos y aguas turbias 
Que como zarzas colonizan orillas, 
Hay miradas de lujuria contenida 
A veces provocación , a veces pasión, 
Hay miradas de pura admiración 
 Que descubren los colores olvidados, 
Hay miradas de pura ambición 
 Que roban nanas hasta la muerte, 
Hay miradas de tristeza amarga 
Plenas de soledades y suspiros, 
Hay miradas plenas en desamores 
Pasionales y nadando en imposibles, 
Y hay miradas de amor no contenido 
Que hasta al otoño ponen hojas, 
Hay otras miradas, tantas como ojos, 
Aunque yo no entiendo las miradas 
Ni el alfabeto en que se asientan.


Paseos de verano



Hoy los colores eran desmayados, 
Silenciosos, ausentes , despersonalizados, 
Cuanta nerviosa ansiedad fluye cansada 
Entre esas las corrientes de humanidad 
 Que demandan con prisa aromas de Narcisos 
Entre perennes y húmedas hileras de tarajes . 
Se aprecian ricas y floridas hortensias, 
Alguna bella amapola, solitaria entre verdes, 
Hermosas rosas de diferentes colores, 
Y que decir de los altaneros gladíolos 
Que entre coquetas margaritas se cimbrean 
Al son de las intermitentes y húmedas brisas , 
Admiro los recios cipreses, bien plantados, 
Desafiantes, sin temores a mitos u oscuridades, 
Y que decir de los viejos olivos, arrugados, 
Retorcidos por los años, pero firmes, puros, 
 afortunados de sus periplos por los tiempos, 
Unas viejas damas de noche reflejan tiernos, 
Dulces y últimos aromas de una luna de pasión. 
A veces, con la mar encendida las olas reflejan 
Impasibles palmeras que soportan invasiones. 
Cada día nuevas especies colonizan el lugar 
Algunas bien viven, otras solo sobreviven 
Y todas escuchan los latidos silenciosos 
De soleados edificios que duermen o bostezan.