lunes, 26 de enero de 2009

ALMODOVAR DEL RIO ENTRE RECUERDOS E IMAGENES

Almodóvar del Río, es mi pueblo, donde nací hace ........, en el viven mis padres, mi hermano mayor, y casi toda mi familia.

Echo mucho de menos a mis amigos de juventud, de juegos, de salidas, de horas muertas en la fuente del Bar Tapon, de los paseos al castillo, del primer paquete de Celtas Cortos, que dejabamos escondido en unas piedras, porque ninguno queriamos llevarlo encima, las peleas entre amigos, que al final reforzaron nuestra amistad, el equipo de futbol del Arcangel, nuestro equipo.

Hasta la OJE, que aunque nunca tuvimos constancia que era algo, que hoy día estaria proscrito, en aquellos tiempos, era la unica forma de salir de acampada, de jugar al ping pong, al Pale, de escuchar musica.

Los chismes del Fali "el Chiquito", y su hermano Fernandito, en la barberia, cuantas horas de Marca, As y Peña del Madrid.

Las fiestas, la feria en el llano del cuartel, en el Santo, los fuegos artificiales en la fuente, y una fiesta en la que nos lo pasabamos "pipa", el miercoles de ceniza, que independientemente de la religiosidad en sí, suponia llevar los bolsillos llenos de harina o de ceniza de los braseros, y despues de la misa y de la cruz oficial en la cabeza, nos poniamos blancos los unos a los otros, durante varias horas, alguno no quitaba ni los tizones, y luego se notaba.

Y el carnaval, aquellas mascaras, cuanto, mas oculta la identidad,mas divertido, aunque a la Guardia civil, no le hacia mucha gracia, cuando alguna mascara se te acercaba, te besaba, te metia literalmente "mano" y dos días despues te enterabas de que era uno de tus mejores amigos que se habia quedado contigo, (Antonio Herrador a mi me metió mano) y aquella costumbre de pinchar con alfileres a diestro y siniestro a todo el mundo.

La romeria, como prepararabamos el camión de mi padre y arriba, cuanta mas gente mejor. Que delicia el cantar el "Padrino Lagarto" en las salidas de los bautizos, si el buen hombre no nos tiraba monedas a la chiquilleria, y despues con las piezas cobradas al quiosco, los Currillos, el de cuatro caminos, a por las pastillas de leche de burra, o los chicles Bazoka, para los niños, y Nina para las niñas, y comprar unos "ziquitraques".

Para el dos de febrero, la candelaria, recorrer, todos los olivares para juntar "Ramón", y los robos entre barrios, en los dias previos, por la noche al menor descuido, nos traiamos el botin del otros barrios, a la noche siguiente era otro barrio el que nos esquilmaba, eso si el dia de la Candelaria, el montón era espectacular, y el fuego quemaba todo lo pasado, lo viejo, algún mueble, alguna silla vieja y cuando nuestros padres y vecinos se acercaban al fuego , nos sentiamos orgullosos por tener el fuego mas grande, y con el final de las llamas, los saltos, primero los mayores, los mas agiles, despues los menos, incluso algunas mujeres se atrevian, con el salto, eran momentos de disfrutar, con el calor de los tuyos, familia, amigos. Al final, se aprovechaban las ascuas para rellenar algún brasero de picón.

Y el "paveo", muchos pensarán en otra cosa, pavear, era molestar, tocar en los aldabones de las puertas y salir corriendo, para cuando el vecino salia a preguntar, no habia nadie, o coger una bobina de hilo y atar el aldabón, retirarnos hasta la esquina mas proxima y alli ocultos, llamar una y otra vez, hasta que el vecino descubria el hilo y entonces a correr.

Son recuerdos imborrables, que vistos desde la distancia de los años, no hacen sino incitarme a no olvidar