Amor, amor o sexo,
donde nace, donde muere
hay amor con sexo,
y sexo con amor
donde está el pecado,
donde el pecador
amor sin sexo,
hermoso ocaso,
sexo sin amor,
loca juventud.
No acusemos, no pensemos,
miremos muy dentro
miremos nuestro amor,
no veamos canalla al sexo
el sexo es una pasión ,
un instante,
envuelto en amor
si, a veces sí,
envuelto,
como a niño pequeño
lo acuna una madre.
Y si no hay amor,
es orgánico, vital, funcional
la vida de cada cual,
nadie debe juzgar,
nadie criticar
aquel que la represión propia
quiere negociar
tarde o temprano
en sus extensas redes
ha de acabar.
Profetas, enviados,
no maltratéis los oídos
años anunciando
los males de los hombres
años recriminado
acciones, omisiones
y al final
bebiendo de sus fuentes de placer.
Saborear, el amor,
saborear el sexo
si, ambos unidos
como amantes eternos
mensajeros sublimes
de la sensualidad
acabarán con los verdugos
de la intolerancia.
No dudéis, amor y sexo,
son indisolubles
licencias,
solo en el ocaso
de una existencia
es un engrudo intimo,
que alimenta la unión
que lleva a tocar el cielo,
a quien los posee.
Sensualidad ocultada,
sensualidad perdida
el amor la ensalza,
y sin embargo la oculta
amanecerá un nuevo día,
donde anunciemos la unión
el acto de la vida
no puede estigmatizarse.
Una gota de amor,
unas gotas de sexo
ingredientes de nuestras pasiones
ingredientes de nuestra vida
alimento de la existencia,
vestido de la presencia
no, no son antagónicos rivales,
son guerreros coaligados.
Amor, sexo, unidos
Eterna discusión de amantes
Y en amores farsantes
Al alba, lleguen los olvidos.