sábado, 23 de marzo de 2013

Visión


Suenan latidos como pasos ,
esos ritmos excelsos, que exaltan 
los ánimos de ojos ávidos,
 ojos que buscan asombrarse
entre la quietud del patio milenario
 siempre a la sombra de los Omeyas, 
alientos de la historia, lagrimas
de lo humano y lo divino.
Cuando los ojos se asombran ante
Alamedas pétreas de arcadas, esos
rojos y blancos, almas  milenarias
donde el olivo, el ciprés y la palmera,
como amantes entre faroles ,
protegen y ornan con amor,
a veces encendido, otras apagado,
regálame  aromas a rosas y claveles
regálame esas madrugadas de mayo,
cuando impregnada de aromas
y abrazada por el gran río
exhalas las fragancias del olvido.
Y al vuelo de las cigüeñas
 cuando suenan tus fuentes, 
como lagrimas de cíclopes,
cuando despiertan los sentidos
tras noches de guitarra y vino,
tras noches de ojos negros, 
tras esas noches amadas y deseadas 
entonces, y solo entonces 
 esos amantes entre las piedras, 
piedras guardianas de la memoria,
tocaran el pasado, tocaran el presente
reconciliando el antes y el despues,
solo con el paso de aguas milenarias
que cada día nacen y mueren 
con el amanecer.