martes, 29 de marzo de 2011

La patera



Suave transito cierto
Acecha la existencia

Caminos inclementes, duros,
Todo por mejores futuros.

Lucha al partir con nobleza
La sangre no retiene apocados
Penuria, miseria, pobreza
Ilusiones de desesperados.

Navíos cual gabarra
Parten a su suerte
Al oscuro mar de muerte
Que a veces Neptuno desgarra.

Al venid del sur
la opulencia exuberante
De un Norte tahúr
Lo impide ignorante.

No marquemos fronteras
Nacer no establece privilegios
Abramos las puertas enteras
Nunca mas sacrilegios.

Acecha el averno infinito
Almas ausentes, almas perdidas
Donde las vidas maldecidas
Donde el futuro bendito.

Todo queda olvidado
El piélago almas cobija
Septentrión nunca se aflija
La sangre espera al bienamado.

Sur, porque naciste pobre
Si del septentrión hubieses venido
En casa bien recibido
Y tu bajel nunca zozobre.

lunes, 21 de marzo de 2011

¿Que es la poesía?


A veces, sin quererlo
como un eco en la brisa
a veces, sin intuirlo
no es palabra de honor
es el honor hecho palabra.

No temo las palabras
solo da miedo el dolor,
de no ser entendido
porque no me aceptes
porque no te encuentre.

La música de las palabras
es la  poesía, miel de locos
engrudo de amantes,
son los primeros fríos
y las incipientes flores.

¿ Que es la poesía?
¿Es llanto,es dolor, es muerte?
¿Es tristeza, Es amor?, 
amor por la vida
pasión por la palabra.

Poesía entre la niebla
poesía en las alamedas
poesía en el viento
Poesía en el atardecer
si, la poesía es alegría.

 Con la muerte pactaría
para que los sensuales
rostros de las palabras
nunca partan de mi lado
como oncejos en invierno.

Cruzate en mi noches
duerme conmigo
abrazate a mi
verso de mi esperanza
poesía de mi vida.

Porque la poesía 
es 
el manjar del alma.

domingo, 20 de marzo de 2011

Las guerras



Malditos los días
malditas las horas
instantes de horror
vientos de guerra

Un hombre decide
otros le siguen,
el pueblo padece
y sigue en sus trece

Malditos los días
malditas las horas
alejadas de la vida
lejos de la paz

Cuantas vidas
cuantos niños
y al final
todo sigue igual

Malditos los días
malditas las horas
decidir por los demás
la guerra y nada mas

Malditos, Malditos
nada pasa
nada se olvida
la paz muerta en vida

Vida de olvidados
¿que es la vida?,
parías, refugiados,
Maldita la hombrada.

Mis vientos



Un día fui viento
viento diario
un severo adversario
de siempre contento.

Libre crucé los cielos
planeando cual gaviota
por una tierra remota
rompiendo mis anhelos.

En mis periplos lejanos
vi hombres osados
vi hombres odiados
vi almas de tiranos.

Que injusto he sido
adversidades, calamidades
tenaz como jades
a la pobreza he agredido

Sotavento bendito
ciertamente salvador
de fuerte abrumador
al velamen erudito.

Suspira el viento del Norte
por las cálidas brisas
afligidas brisas sumisas
buscan corriente consorte.

Boreas invernal
y Céfiro primaveral
hacen a Euro anticlerical
y a Noto sumo otoñal.

Donde vas mi viento
donde me llevas amor
donde viento captor
por eterno, hermoso evento

lunes, 7 de marzo de 2011

Pasos olvidados





Acuérdate de tus pasos
los perdidos, los encontrados
los pasos olvidados
los que un día llegarán.

Porque un día llegaremos,
al final de ese camino 
que hace una vida
iniciamos sin quererlo.

Escuchas mis pasos
sigo por los caminos
por la mitad de mis vientos 
por la mitad de mis besos.

  Busco los aromas de tu ser
que me conducen por la autopista
de los claros cielos de tus ojos
hacia las noches de sol, de luz.


Ayer, alcanzamos los deseos
hoy, gozamos auras de dulzura
mañana, el mañana no existe
vivimos, la intensidad del instante.


sábado, 5 de marzo de 2011

Sueño la vida



Oigo palmas resonando, voces, gritos, todos parecen haberse vuelto locos, una vuelta mas,  no puedo fallar……

Seis años de duro entrenamiento, dos horas de gimnasio, estiramiento, calentamiento, carrera, día a día,  hora a hora. Carlos, mi entrenador nunca deja de incordiar, Luis arriba, Luis mas fuerte, Luis aprieta los últimos metros, Luis ……….

Como aprieta el Portugués, tengo que aguantar al máximo, puedo hacerlo, debo hacerlo, por mi, por Carlos, siempre confió en mi, desde el día que me vio correr por primera vez,

Joder, la pierna, espero que aguante y no pase como en la ultima carrera, el medico ha hecho un buen trabajo, solo noto un pequeño dolor, cada vez menos, pero…….

Siento el aliento del portugués en mi nuca, noto la mirada en mis piernas, clavada, como si quisiera romperlas, espera que falle, espera que la pierna no resista el ritmo, es cosa de los dos, el resto ya no cuenta, son mas de 30 metros entre nosotros dos y el resto. Bueno como muy mal, quedare  subcampeón, puedo relajarme un poco, el ritmo es muy alto, empiezo a estar fatigado…

Veo la línea de meta, no puedo mas, mi rival no cede, vamos a la misma altura, bueno, segundo no estaría mal, nunca me acostumbrare a los finales tan disputados, quiero no estar aquí, da igual, segundo, no es mala posición, todo se complica, el sudor parece alcohol  dentro de mis  ojos, solo son veinte metros……….

Los latidos, no se sin son míos o del Portugués, juntos, cada vez mas juntos, noto los codos, noto su cuerpo, no puedo mas, los gritos, hace rato que no los escucho, ni las palmas, solo escucho a Carlos, ahora, ahora, ahora…….

Caigo al suelo, agotado, muerto, que mas da el ganador, a quien le importa, solo quiero aire, respirar como me acuerdo de mi sofá, relajado, tumbado.

Gritos, campeón, campeón, Luis, Luis…………..

-          Luis, Luis, despierta.

El agotamiento, debe estar jugándome una mala pasada, es como un sueño, alguien me zarandea, con mucho cariño.

-          Luis, despierta, es la hora del masaje.

Algo debe de estar mal, acabo de finalizar la carrera, la he ganado, pero solo veo el techo de una pequeña habitación, una lámpara con  ventilador, que gira con parsimonia, casi por arte de magia el cansancio ha desaparecido, incluso diría que no siento las piernas, es como estar relajado.

Creo que la medalla, la recogí, pero no la tengo colgada en el pecho, seguramente la tendrá Carlos, pobre portugués, pero el deporte es así unas veces se pierde ……..

Ha entrado Carlos en la habitación, me da los buenos días, con cariño pero distante, sigo sin notar las piernas, es mas no noto los brazos, que pasa…., oh  Dios mío………….

Todo vuelve a mi cabeza, mas bien es lo único que parece funcionar, no parece,  solo puedo mover los párpados,  el accidente, Dios,  todo vuelve a mi cabeza, vuelve la vida, la realidad, la cruel realidad vuelve…

Carlos me levanta, no noto nada, solo que me da la vuelta, pasa el tiempo, de nuevo boca arriba, Carlos me dice adiós, sale de la habitación.

Solo quiero que de nuevo, el sueño me venza, es la única forma de ser libre, ser el campeón, el aventurero, el  amante, un buen padre, un bandido generoso….

No quiero vivir atado a una cama, no quiero vivir en este sin vivir, no quiero ver consumirse a mi madre, solo quiero liberarme, y solo lo puedo hacer de dos maneras, los sueños y la muerte, prefiero la segunda, pero, como lo transmito, como hago el transito, nadie me escucha , nadie me entiende y mientras tanto mi  vida es la  muerte mas cruel, déjenme morir , quiero vivir mi sueño, alguien me escucha , si la vida es sueño yo ya no sueño en la vida……..

jueves, 3 de marzo de 2011

Una tarde cualquiera



Mamá....., mamá....

Luis con los ojos semicerrados notaba que la espalda le dolía un poco, sentía un leve hormigueo en la mano derecha, había apoyado la cabeza sobre su mano en la silla del confesionario, de pronto recordó que al final de la misa le dijo a su madre que se iría a casa con su primo Pedro y con tía Conchita y que al finalizar el almuerzo benéfico donde sus padres iban, le recogerían.

Su tía Conchita, beata donde las hubiera, tenia la costumbre de ayudar a Don Benito, el cura del pueblo, después de misa, siempre, todos los domingos durante media hora o algo mas auxiliaba al sacerdote para ordenar la sacristía, recoger las flores, apagar las luces y dejar solo algunas velas a la Virgen de los Dolores, al Cristo de las Penas y las del altar mayor que siempre estaban encendidas, todo ello por una antigua promesa de juventud,  en esos momentos Luis y Pedro aprovechaban, a sus cuatro años recién cumplidos, para jugar al escondite, la iglesia era el lugar perfecto, Luis después de varios escondites se coló dentro del confesionario en el lugar reservado para el cura cubriéndose con una pequeña cortinilla para que Pedro no le viera.

Después de mucho buscar, Pedro intuyó que su primo se había marchado a esconderse fuera  de la iglesia, saliendo de inmediato a la plaza buscando por todos los rincones, al no encontrarlo se sentó en un banco de la plaza para a ver las palomas picoteando las migas de pan que un anciano esparcía de forma cansina, la vista de las palomas arremolinándose buscando el pan hizo que a Pedro se le olvidase el juego. Mientras tanto, Luis con el silencio de la iglesia y la cortina cubriendo su pequeño cuerpo, casi sin darse cuenta, el sueño le invadió, acurrucado en el cojín del señor cura, cayo en brazos de Morfeo.

Al salir su tía Conchita mas retrasada y azorada que otros domingos cerro las puertas de la iglesia,   vio a Pedro en la Plaza y cogiéndolo de la mano le dijo.

- Vamos muy tarde, rápido que tengo que hacer la comida.

Tan nerviosa se la veía que no cayó en la cuenta que tenia que llevarse a Luis, su sobrino,  tomando de la mano enérgicamente a Pedro, que a pesar de sus reticencias a marcharse de la soleada plaza no tuvo mas remedio que ir tras su madre.

Luis asomó su pequeña cabeza por la puerta del confesionario, sigilosamente, esperando que de un momento a otro su primo lo encontrase, no era consciente de que se quedó dormido casi durante una hora. El silencio, ese silencio que a veces atenaza fue la primera sensación.

- Pedro........

Nadie respondió, eso hizo que a Luis le recorriera un escalofrío por la espalda.

- Pedrooooo........., gritó Luis, el eco de su grito rebotó por las paredes de la iglesia devolviendo el sonido angustiado desde diferentes ángulos, lo que hizo que el pequeño se metiera de nuevo en el confesionario ocultando su rostro con la cortina, el miedo le oprimía. 

Poco a poco Luis se armaba de valor y asomando de nuevo la cabeza por la puerta del confesionario comenzó a mirar detenidamente, hacia arriba primero,en la semioscuridad,  en el techo profusamente dibujado observó una imagen que parecía mirarle a los ojos, una imagen de un hombre con larga barba y pelo abundante , a Luis le recordaba el hombre que a veces pasaba por casa a pedir algo de comida y su madre siempre le decía que no se acercara mucho a el, que olía mal y que igual tenia alguna enfermedad que podía pegarle. Al fondo se veía una larga mesa iluminada por  catorce velas, Luis las contó detenidamente siete a cada lado, que producían una luz tenue, una ligera brisa hacía que la iglesia desbordase un ambiente fantasmagórico.

A la derecha de la gran mesa, el chico miraba un grupo de estatuas , un caballo con su jinete que espada en mano atacaba a un hombre con el rostro asustado , a los pies de los caballos varias cabezas cortadas con la sangre en sus rostros decapitados, parecía la escena de una de esas películas que a sus padres tanto gustaban. Mas a la derecha aún, varias calaveras y huesos a los pies de una estatua de un hombre con los brazos en cruz, que parecía estar clavado de pies y manos, al que el pequeño recordaba que todos le llamaban "el señor "  de su costado  unos hilos de sangre salían, a Luis que nunca antes se había fijado detenidamente en estas cuestiones, lo que estaba viendo y viviendo le parecía una autentica película de terror en ese momento recordaba  como sus padres, cada día a las nueve le decían," lo que ahora hay en la televisión  es para mayores, no lo puedes ver".

Quería salir de allí, tenia que dirigirse a la puerta era la única salida, lentamente con el miedo dibujado en sus ojos fue caminando entre los bancos, a la izquierda de la hilera de asientos apreció una pequeña habitación, Luis veía entre la oscuridad solo rota por la luz de las velas, una caja de cristal con un hombre, casi desnudo, muerto dentro, rodeado de velas encendidas, ¿porque todos tenían barba se preguntaba el muchacho?. Para llegar a la salida el chico debía pasar por delante por una pequeña habitación y aunque el pequeño llevaba los ojos casi cerrados para no mirar no pudo evitar, ver en el centro una señora con ricos vestidos y joyas cubriendo sus ropas que le miraba, los ojos, le asustaban los ojos de la mujer, la luz de las velas movidas por la brisa hacían a los ojos del chico una imagen que le asustaba y que su imaginación le decía que se estaba moviendo. Mas de trece figuras cubrían las paredes, dos ángeles con esbeltas alas que se agitaban en la imaginación del muchacho , bajo los efectos de las sombras, las alas, estaba seguro que se movían y todos los demás, todos con barba y el pelo largo, pudo observar que la única mujer portaba en sus manos una bandeja con la cabeza de de un hombre, también barbudo.

Llegó a la puerta principal y al no poder abrirla, miró a un lateral y vio una pequeña puerta, rápidamente, casi corriendo cruzó la iglesia y empujando la puerta,  la luz, entro de pronto, salio,  se encontró en un pasillo lleno de luz que pasaba  a través de unas cristaleras que daban a un patio, salio Luis y se dio de bruces con no menos de cincuenta cruces en el suelo y algunas figuras de ángeles, de los ángeles se acordaba porque su tía Conchita pintaba algunos en sus horas libres, el chico se preguntaba porque la mayoría de ángeles portaba una espada, todos enhiestos  sobre unas losas escritas que el chico, que  aún no sabia leer  no comprendía, pero al menos se encontraba mejor, al menos había luz.


De pronto su mente recibió un impacto en forma de sonido que hizo retumbar su pequeño cuerpo, primero las campanas y como respuesta , una bandada de  palomas alzó el vuelo, también asustadas por el ensordecedor y repentino sonido, Luis, se refugio en un rincón tras unas lapidas rotas por el tiempo, las manos cubrían su rostro  entre sus dedos las lagrimas caían lentamente, su rostro reflejaba el pavor.


En unos instantes el silencio, ese silencio que asusta el alma, aunque el patio estaba iluminado, el silencio no gustaba al muchacho, alzó la vista, lentamente, buscado un lugar por donde salir, no veía salida alguna, su cuerpo temblaba, hacia frio, mucho frio, no quería pero la única salida pasaba por entrar de nuevo en la iglesia.


Tomo aire y comenzó a correr en dirección a la puerta de la iglesia, por donde había salido un momento antes, empujo adentrándose  de nuevo en la semioscuridad, avanzó rápidamente entre los bancos y cuando se encaminaba a la puertas de la calle apareció  una de las figuras que tanto miedo le dio un momento antes que avanzaba rápidamente hacia el, una figura alta, con una larga falda negra y cuyo rostro no pudo apreciar por la oscuridad, el chico grito de miedo............


Luis, Luis........


- No grites no me reconoces soy don Benito, el cura, creo que te has quedado encerrado en la iglesia, tu tía Conchita está en la puerta esperando, pero vamos ya ha pasado, menos mal que te has perdido en la iglesia, es el lugar mas seguro, Dios te ha acompañado.


Luis miraba al cura con los ojos muy abiertos, no articulaba palabra, no entendía nada...............