Tierra de libertad
Tierra de sueños dormidos
Tierra dueña de huesos sin sueños
huimos del Sur, al sonido
de norteñas sirenas.
Cuanto buscamos,
cuanto defendimos
cuanto soñamos
cuanto anhelamos
cuanto perdimos.
Chimeneas de acero
cerraduras del paraíso
empujados por la vida,
en qué momento,
se nos eclipsó la razón.
Cuando llega la cosecha
en el rojo amanecer de siega
cuando el hombre pierde su sombra,
perpetuos ojos que me miran,
que los recuerdos no te engañen.
Defendamos el Sur
si el tiempo muere con la edad
cantando al sol,
y
nunca fuimos cigarras,
jamas seremos Norte.
Cuanto buscamos,
cuanto defendimos
cuanto soñamos
cuanto anhelamos
cuanto perdimos.
Susurras deberes ajenos
cantos de ribera sin aristas
añorando el Norte
huyendo del Sur
perdiendo el Norte
muriendo al Sur
quien lo entiende.
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