Quimera

Algo grita en mi mente, hierve,

como la sangre derramada de Medusa

cuando Perseo sesgó su cabeza, sangre,

muerte, que onduló fuegos de vida alada.

Infinita mansedumbre que pudre amaneceres

que arroja luz en las riberas, culpables de estío

hacia ocasos con hojas de amarillentos otoños

como Belerofonte, con brida de oro

y alada compañía, busco mi Quimera.

He  llegado, conozco las miradas nocturnas

miradas de infantes con ojos de cristal

risas de doncellas y prostituidos espejos

donde se reflejan las altas, bajas, vírgenes

pasiones , humanidades, delirios de verano.

Mi Quimera, a veces, desear lo que quiero

a veces ,querer lo que deseo de muelles lejanos

de puertos olvidados donde las viejas gaviotas

se alejan de la vida, guiadas por blancos faros

en silencio, con sonidos de eterna intimidad.

Hacia la mitad de la medianoche dormida

mis sueños, de golpe perecen sobre las sabanas

que en penumbra de silencios, amordazan

a mi esquiva, mi secreta, 

mi amada Quimera, 

la que busco, la que ansío, la que

propone mi imaginación, en silencio.