viernes, 7 de enero de 2011

El día después





Ya doblan las campanas
ya vibra la espadaña
como lloran los silencios
y tiemblan las cigüeñas.

La vida cruza el Aqueronte,
 manos diestras del barquero
manejan remos eternos,
hilos leves, que no se ven.


Nunca malogré la sangre
ahora, veo las altas torres
las que antes, oscuras eran 
ahora, si se muchas cosas.


Cosas que nunca vi soñar
ahora vivo en la memoria
 veo llorar a quien me quiso
veo cantar a las alondras.


Cruza la frontera
me dice la luna
cruza la frontera
me dice una estrella.


Ya llega el cortejo
por el empedrado,
ya llega el duelo,
por ahí va huyendo 
la vida.


Como llora ese hombre
y no es cobarde el llanto
y como sonríe a mi paso
como solo lo hace el amigo.


Ahora solo lloro 
por aquel que me llora,
como amansar su llanto,
como enjugar sus lagrimas.


Ya no soy nada,
solo un viento 
en del recuerdo,
que desde la nada
un día llegó.


A los que un día se fueron

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola poeta, que belleza por favor!!!
ojalá yo tuviera ese don,especial...
gracias por pasar y comentar en mi blog,bienvenidos siempre tus comentarios
un gran abrazo
besos
lidia-la escriba