Mil ventanas buscan mástiles olvidados
añorando luces que retrasadas caminan,
luces húmedas ,curiosas, sigilosas luces
que enamoran y unen orillas gastadas
orillas uniendo colores, olores y sabores
bajo la paz de los gélidos cielos del norte.
Ya tus barcos no navegan entre lamentos
de pasadas galernas, ni alegrías del retorno,
ni mares embravecidos, ni fértiles cosechas,
ya dejaron de pintar estelas de espuma,
ya dejaron de sembrar lagrimas de despedida,
ahora, con la eterna invisibilidad perdida
son los brillos que dan lustre entre sonrisas.
Cuerpo de arco iris levantado entre sueños
que en las noches de luna ausente, devuelves
entre misteriosos silencios esa luz prestada,
esa tenue luz que nunca dio espaldas al mar,
luz que entre encendidas delicias besa miradas,
luz que nunca ha de borrarse de la memoria.
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