Hoy los colores eran desmayados,
Silenciosos, ausentes , despersonalizados,
Cuanta nerviosa ansiedad fluye cansada
Entre esas las corrientes de humanidad
Que demandan con prisa aromas de Narcisos
Entre perennes y húmedas hileras de tarajes .
Se aprecian ricas y floridas hortensias,
Alguna bella amapola, solitaria entre verdes,
Hermosas rosas de diferentes colores,
Y que decir de los altaneros gladíolos
Que entre coquetas margaritas se cimbrean
Al son de las intermitentes y húmedas brisas ,
Admiro los recios cipreses, bien plantados,
Desafiantes, sin temores a mitos u oscuridades,
Y que decir de los viejos olivos, arrugados,
Retorcidos por los años, pero firmes, puros,
afortunados de sus periplos por los tiempos,
Unas viejas damas de noche reflejan tiernos,
Dulces y últimos aromas de una luna de pasión.
A veces, con la mar encendida las olas reflejan
Impasibles palmeras que soportan invasiones.
Cada día nuevas especies colonizan el lugar
Algunas bien viven, otras solo sobreviven
Y todas escuchan los latidos silenciosos
De soleados edificios que duermen o bostezan.
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