Y volvieron a las calles volando
entre silencios y calores de la tarde,
entre infinitos, armoniosos recortes
como almas errantes de la vida.
Y volvieron a sus vientos transparentes
surcando trémulos y ardientes remolinos
derribando fronteras, muros invisibles
y reverdeciendo las semillas del tiempo.
Y volvieron entre las caries del alba
huyendo de porvenires helados
y que aunque
este vaporoso mundo va cambiando,
esas almas viajeras, siempre vuelven.
Sublime fidelidad de los tiempos
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