Sobre las cumbres rocosas,
sobre las ilusiones sonrientes,
sobre cúmulos amontonados
paseé montañas iluminadas.
Áurea luz de mieses luminosas
cosechas trémulas, limpias gotas
que a veces parirán tempestades
a veces maná, a veces la vida.
Al caminar, el fulgor del astro rey
encandila mis asombrados ojos
ojos afortunados que si abrazan
esa bóveda ungida por la luz.
Ay, lloro por aquellos que nunca,
este claro y silencioso bosque
arboleda de tonos esponjosos,
podrán pasear,ay, miserias de hoy.
He visto la aurora,
he visto el crepúsculo,
he admirado las estrellas
en un horizonte nuevo.
Dos universos
arriba y abajo
cara y cruz
dos mitades.
Que mar azul,
que mar eterno,
no sé, si aquí
mi alma,
me pertenece.
Amaré los nimbos,
esos nubarrones
ahora y en la hora
de esa, nuestra suerte.
Áurea luz de mieses luminosas
cosechas trémulas, limpias gotas
que a veces parirán tempestades
a veces maná, a veces la vida.
Al caminar, el fulgor del astro rey
encandila mis asombrados ojos
ojos afortunados que si abrazan
esa bóveda ungida por la luz.
Ay, lloro por aquellos que nunca,
este claro y silencioso bosque
arboleda de tonos esponjosos,
podrán pasear,ay, miserias de hoy.
He visto la aurora,
he visto el crepúsculo,
he admirado las estrellas
en un horizonte nuevo.
Dos universos
arriba y abajo
cara y cruz
dos mitades.
Que mar azul,
que mar eterno,
no sé, si aquí
mi alma,
me pertenece.
Amaré los nimbos,
esos nubarrones
ahora y en la hora
de esa, nuestra suerte.
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