Esos ojos por nunca
deben estar solos
esa mirada de niñez
de inocente tristeza.
Casi eramos adolescentes
cuando nuestras miradas
cruzaron ese ecuador
que uniría dos mundos.
Vestal doncella de luz
luz que me adentra
en ese azul océano
de manzanas prohibidas.
Este es mi Edén
ese arco iris luminoso
que las tardes de tormenta
guía mis pasos hacia ti.
Y me desnudo ante tu espejo
y mis labios esperan
del alba al ocaso
la miel de tu colmena.
Montañas, abismos, sombras
son los dominios del viento
aire que de entre mis dedos
recorre los valles del paraíso.
Sueño pasear entre estatuas
petrificadas por la luz de tus ojos
cubiertas de otoñales atardeceres
junto a la blanca flor de mirtos eternos.
Regado el jardín de nuestra vida
gocemos las celestes primaveras
mágicos y amarillentos veranos
que preceden otoñales inviernos.
1 comentario:
Toda una vida de mirarla a los ojos...qué hermoso!!!
(Enhorabuena, Jose Antonio, creo que vas a ganar y es el poema que se lo merece:me encanta y lo voté)
Besosss
Publicar un comentario