domingo, 13 de junio de 2010

Llama eterna



A veces toco fondo
en las frías madrugadas 
solo hablando con la oscuridad
queriendo pintar mis anhelos.

Miro la luz de una vela
llama juguetona de luz
que recuerdos rememoras
mil sombras en la noche.

Aquella noche irrepetible
cuyo  limite fue la pasión
bajo la  diminuta llama eterna
cuando abrasaban los susurros.

Llama que iluminaste
una esquina de mi alma
que recorriste mi cuerpo
iluminando mis sentidos.


Solo he podido ser
lo que soy y seré
solo he podido querer
lo que he querido y querré.


Encender la llama
o dejarla morir
bajo la sombra
del árbol que nos cobija.


Vieja llama compañera
hemos vivido la distancia
el silencio de madrugada
los secretos de la soledad.


Cualquier día
en cualquier lugar
una llama se apaga
una luz se extingue.


Solo lucho porque
el fulgor de tu faro
por jamas deje 
de iluminar mi camino.

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