viernes, 10 de septiembre de 2010

Poesía


No te vayas
ven,
no me abandones
acércate.

Sin ti, 
perdido en los océanos
siéntate,
necesito tu magia.

La verdad
me acostumbré a ti.
Sin tu presencia
la noche, jardín sin rosas.

No quiero ser
un viejo jardinero
sin el calor
de tu compañía.

Sin los aromas
de tus dulces pétalos
sin las espinas
protectoras.

No me olvides
yo te juro
que mis sueños
tuyos serán.

Siempre seré 
ese viejo roble,
protector
de los olvidos.

Brotarán 
de mis ramas
los reflejos 
del alma.

Y cuando el viento
susurre
entre mis ramas,
te conoceré.

Vagando 
entre las estrellas,
morando
eternamente.

Porque 
la poesía es 
un arma 
cargada de 
futuro.

2 comentarios:

Amelia Díaz dijo...

Cuánta belleza y cuánta esperanza...

Besos desde Lyon, querido amigo.

Anónimo dijo...

me parece todo tan calmo,en este blog,que me quedaría....!
saludos
lidia-la escriba